La caída de Erick Moreno Hernández , alias El Monstruo , no solo marcó el fin de años de persecución. También abrió un nuevo capítulo de tensión entre el cabecilla de Los Injertos del Cono Norte y la propia Policía Nacional. Durante un breve interrogatorio cara a cara que tuvo con los agentes peruanos en Paraguay, el temido delincuente los acusó de haber manipulado un caso en el que, según él, desapareció un millón de soles vinculado a una de sus aliadas más cercana, Grace Bado Neyra, conocida como ‘la cajera’.
El golpe final a su organización se concretó tras un operativo en San Lorenzo, Asunción, con más de 40 agentes que rodearon la vivienda donde se escondía. Tras ser capturado, un grupo de policías peruanos viajó hasta Paraguay para sostener un breve encuentro con ‘El Monstruo’