"Faltan 30 días para las elecciones, ya está". La confesión de un gobernador patagónico sintetiza el espíritu que atraviesa a los jefes provinciales por estos días. Los mandatarios hacen público su malestar a viva voz cada vez más y, si bien claman por una convocatoria a dialogar, prefieren patearlo para después del 26 de octubre. Otros líderes, en especial los que sellaron acuerdos con La Libertad Avanza (LLA), se muestran cautos y evitan críticas a la Casa Rosada, pero comparten los reclamos puertas adentro.
Con los comicios marcando el tempo, Javier Milei atraviesa su hora más compleja. El oxígeno económico que consiguió por parte de EEUU apenas le sirve para maniobrar luego de la derrota bonaerense, que empoderó al peronismo y exhibió las vulnerabilidades del campamento libertar