Detrás de cada puerta cerrada y cada mirada esquiva, se esconden historias de miedo e incertidumbre . Pero la comunidad inmigrante de la capital de Estados Unidos intenta resistir y crecen las voces que se alzan en busca de justicia y dignidad.

“Yo no he trabajado durante toda una semana porque tres veces me los encontré. Siempre uso carro, pero como están agarrando en carro y no respetan, estoy yéndo ahora en bicicleta. El sábado, iba caminando en mi ruta de siempre y se me metió un (coche) de Texas y después se me metió Migración. Iban despacito, despacito. Tuve que dar vuelta para que no me agarraran porque yo sabía que me esperaban más adelante , en la misma calle”, dice una habitante de Washington durante una marcha de miles de personas contra la presencia de los militares. Es in

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