La piel es el órgano más grande del cuerpo y, al mismo tiempo, el más expuesto a factores externos. Cada vez más, aprendemos que no alcanza con cubrir imperfecciones: el verdadero secreto está en cuidarla con productos que respeten su equilibrio. En ese camino, los rituales caseros como el tónico de manzanilla se convirtieron en favoritos de quienes apuestan por la cosmética natural.
Este sencillo preparado no solo refresca e ilumina el rostro, sino que también brinda la tranquilidad de saber exactamente qué ingredientes aplicás en tu piel. Calma, desinflama y aporta frescura inmediata, sin químicos ni fórmulas complejas , lo que lo vuelve un aliado ideal en días de calor o después de la exposición solar.
Cómo preparar el tónico de manzanilla en casa
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