Las autoridades investigan unos "dispositivos explosivos improvisados" hallados tras el tiroteo de ayer en la iglesia mormona de Míchigan en el que murieron cuatro personas y fue abatido el tirador, y que ha sido calificado como un acto de violencia selectiva.
En una rueda de prensa este lunes, las fuerzas del orden indicaron que no quedan personas por contabilizar tras el incidente en la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Grand Blanc Township, donde había cientos de feligreses cuando ocurrió el tiroteo, seguido de un incendio.
El agente especial James Deir, del Buró federal de Alcohol, Tabaco y Explosivos, dijo que a la escena del crimen se ha desplazado un equipo especializado de gran prestigio que está estudiando unos "dispositivos explosivos improvisados"