El ataque mortal contra una iglesia mormona en Michigan, que dejó cinco muertos y ocho heridos en plena misa dominical, se convirtió en el tiroteo más reciente en Estados Unidos, en un año particularmente marcado por la violencia con más de 320 casos este 2025.

La escena en Grand Blanc —un templo que se convirtió en lugar de horror- luego de que Thomas Jacob Sanford, de 40 años y originario de Burton, Michigan, estrellara su vehículo contra el edificio y para luego comenzar a disparar contra los feligreses e intentar incendiar el templo antes de ser abatido por agentes.

Jacob Sanford era un ex-marine que estuvo desplegado en Irak y según su historial de redes sociales, es un reconocido simpatizante de Trump en la comunidad.

Autoridades locales hablaron de un “golpe devastador” para la ciudad, mientras líderes religiosos pedían oraciones y calma en medio del desconcierto. El FBI asumió la investigación y, aunque aún se desconocen los motivos del ataque, el eco de lo ocurrido se sintió en todo el país.

Pero esta tragedia no puede entenderse como un hecho aislado. Según Gun Violence Archive, en lo que va de 2025 ya se han registrado 325 tiroteos masivos en Estados Unidos, desde bares y escuelas hasta calles y lugares de culto.

La violencia armada se ha vuelto un fenómeno recurrente que atraviesa estados, ideologías y contextos sociales, dejando una estela de víctimas y comunidades rotas. Lo que pasó en Michigan es, al mismo tiempo, una historia local de dolor y un recordatorio nacional de que la epidemia de las armas sigue sin respuesta clara ni soluciones duraderas.

El tiroteo en Michigan que estremeció al país

En una conferencia de prensa el lunes, las autoridades afirmaron que el incidente fue un "acto de violencia selectivo", pero que aún no han determinado el motivo de Sanford.

Las víctimas — 13 en total, incluidas cincp personas muertas— fueron trasladadas a hospitales de la región. El Buró Federal de Investigaciones (FBI) lidera la investigación y asegura que aún es pronto para confirmar el motivo del ataque.

El expresidente Donald Trump reaccionó en Truth Social calificando el hecho como “otro ataque dirigido contra cristianos en Estados Unidos” y pidió oraciones por los afectados. “Esta epidemia de violencia en nuestro país debe terminar inmediatamente”, escribió.

Una tragedia que no es aislada

Aunque el caso de Michigan ocupó titulares nacionales, no fue el único episodio de sangre durante el fin de semana. En Carolina del Norte, un hombre abrió fuego desde una embarcación contra un bar a orillas del río Cape Fear, dejando tres muertos y varios heridos más. Estos ataques simultáneos muestran que la violencia armada en Estados Unidos no distingue entre lugares de culto ni espacios de recreación: puede irrumpir en cualquier escenario y a cualquier hora.

Los datos de Gun Violence Archive muestran que solo en septiembre se registraron 33 tiroteos masivos en distintas ciudades del país, es decir, más de un tiroteo por día, ocurridos desde espacios públicos hasta lugares de culto. Esta base de datos independiente define un “mass shooting” como cualquier incidente con al menos cuatro personas heridas o muertas por arma de fuego.

Bajo esa definición, el conteo de 2025 ya supera los 300 incidentes de tiroteos masivos (“mass shooting”) , registro GVA): 324 (conteo divulgado por Gun Violence Archive y citado por medios en la cobertura del fin de semana del 28–29 sep. 2025), lo que equivale a más de un ataque por día en promedio.

En cuanto a las víctimas (muertos y heridos) en masacres — dato público disponible hasta finales de agosto de 2025: según un recuento consolidado (tabla pública que compila datos de GVA), 300 personas muertas y 1,353 heridas en 308 tiroteos masivos, cifra actualizada al 31 de agosto de 2025.

Detrás de cada número hay historias truncadas de familias, escuelas, negocios y comunidades que cargan con las secuelas físicas y emocionales de esta violencia. La magnitud del fenómeno evidencia que no se trata de hechos aislados, sino de una epidemia que recorre estados, edades y contextos sociales por igual.

El gran problema pendiente

Lo ocurrido en Michigan es un recordatorio doloroso de un problema estructural que ningún gobierno ha logrado resolver. Los debates sobre control de armas, salud mental, intervención temprana y prevención comunitaria vuelven a ocupar titulares tras cada tragedia, pero pocas veces se traducen en políticas sostenidas.

Mientras tanto, la recomendación inmediata para las comunidades es clara:

  • Buscar apoyo psicológico para sobrevivientes y familias.
  • Participar en campañas de donación de sangre tras emergencias.
  • Promover planes de seguridad en lugares de culto y centros públicos.
  • Exigir a autoridades locales y federales medidas preventivas más firmes.

Contribución: USA TODAY

Boris Q’va es reportero nacional de noticias en tendencia en español para Connect / USA TODAY Network. Puedes seguirlo en X como @ByBorisQva o escribirle al correo BBalsindesUrquiola@gannett.com.

This article originally appeared on USA TODAY: ¿Cuántos tiroteos masivos van en 2025? El atentado en la iglesia de Michigan estremece al país

Reporting by Boris Q'va, USA TODAY / USA TODAY

USA TODAY Network via Reuters Connect