Gabi es un muchacho algo sensible. Vive en el campo, es el menor de tres hermanos que gozan haciéndole la vida imposible dado su carácter reservado y tiene las manos cubiertas de verruga, lo que lo obliga a usar guantes. No es el macho que se espera que sea, en un entorno agreste. Pero su vida da un vuelco cuando sin querer es testigo de un asesinato: ¿el problema? no fue capaz de retener el rostro del criminal debido a que padece prosopagnosia, un trastorno que hace dificultoso retener los rostros. A pesar de ella, inicia sus propias pesquisas para aclarar el crimen.
Esa es la historia que cuenta Fosca (Lumen), la nueva novela de la escritora española Inma Pelegrín (55), ganadora del Premio Lumen de Novela, distinción que se entrega fundamentalmente a la literatura escrita por mujeres.