Mientras el presidente de Colombia, Gustavo Petro, habla de paz en Nueva York, en Colombia los territorios siguen cayendo bajo control criminal.
La brecha entre su narrativa internacional y la cruda realidad nacional crece de forma alarmante con recientes casos de violencia armada, atentados y actos hostiles por parte de grupos armados y guerrilleros en todo el país.
En paralelo, Petro libra una pugna en contra del Gobierno de Estados Unidos, al que criticó y condenó por haber retirado su visa, precisamente por el acto público que llevó a cabo en la urbe norteamericana y desde donde instó a los militares de dicho país a "desobedecer" al presidente Trump.
Mientras tanto, opositores y líderes de varios sectores políticos han reaccionado en rechazo a la posición de Petro y recuerdan que l