El gobierno federal acusa a la industria farmacéutica por el desabasto de medicamentos , pero los laboratorios responden: el problema radica en la torpeza del gobierno al contratar empresas irregulares. Una investigación revela que, de las compañías señaladas por incumplimiento, muchas no son farmacéuticas o, peor aún, son “empresas fantasma” con contratos millonarios. Un ejemplo es Bioxintegral Servicios, con un 100% de incumplimiento y domicilios fiscales donde nadie la conoce.
Mientras la Secretaría de Salud firmaba acuerdos para solucionar la crisis, terminó agravándola al otorgar adjudicaciones directas a proveedores sin antecedentes. La industria farmacéutica se deslinda y señala que el propio gobierno sigue contratando a empresas que históricamente fallan en el suministro de insumo