
Desde hace unos días OKDIARIO viene publicando -una por día, para que la ministra Redondo las vaya digiriendo- las distintas resoluciones judiciales que dejaron sin condena a presuntos maltratadores por la imposibilidad técnica de probar las denuncias de un número amplio de mujeres por quebrantamiento de las órdenes de alejamiento. La de hoy es de la Audiencia Provincial de Granada , que absuelve a un presunto maltratador condenado por una instancia inferior a seis meses de cárcel, al no poder probar por fallos técnicos en la pulsera antimaltrato que había violentado la orden de alejamiento, una constante que se repitió en numerosos casos por mucho que la ministra de Igualdad, Ana Redondo, insista en que no le constan dichas sentencias. En realidad, sí le constan, pero ha decidido emprender una peligrosa huida hacia delante consistente en negar la mayor y desmentir ya no las informaciones de OKDIARIO , sino las críticas de las víctimas y los órganos judiciales. Todo su plan consiste en eso: en defenderse con el torpe argumento de que todo responde a una campaña contra el Gobierno basada en «bulos fascistas», pese a que la práctica totalidad de testimonios apunta a que los fallos técnicos -en la migración de datos de un contrato a otro y en los errores de las pulseras- pusieron a miles de mujeres en peligro.
Ana Redondo miente , pero la mentira tiene las patas muy cortas y es posible que tenga que responder ante los tribunales de justicia. Ahí, delante de un juez, no vale eso de los «bulos fascistas». Por lo pronto, el sindicato Manos Limpias ha presentado una querella contra la ministra de Igualdad por un delito de prevaricación administrativa por omisión y otro por el delito de omisión del deber de socorro institucional. Ellá sabrá, pero su estrategia de erigirse en víctima de una campaña de la extrema derecha no parece la mejor opción. Eso le sirve para salir en la televisión pública, pero no vale en los tribunales de justicia.