Un nuevo capítulo turbulento que se convierte en un desafío personal para el guardameta mexicano. Cambios enormes en su club rumbo a la Copa del Mundo.
No cabe duda que Guillermo Ochoa arrancó su etapa en el AEL Limassol con el pie equivocado. Durante su primer partido como titular recibió cinco goles, en un debut que resonó como aviso para lo que estaba por venir. Ese revés no solo hiere la confianza, sino que también sacudió quizá cualquier duda que quedaba respecto a sus aspiraciones rumbo al Mundial 2026.
Sin embargo, lo más delicado de todo es que no solo fue una mala noche, pues vino acompañada de cambios estructurales en el club. Poco después del partido adverso, el Limassol decidió separar al entrenador Paolo Tramendzani (quien dicho sea se paso fue determinante para darle esta o