Fue una odisea. Todavía no terminó. Se alivió un poco, pero perdura. El gran Víctor Hugo podría haber escrito una nueva versión de Los Miserables , adaptada al siglo XXI: un fiscal embarcado en arruinar la vida de un inocente, un analista de escenas de un crimen que no era tal, falsos testimonios, un asesino hábil para simular, astuto para acusar, confiado en la protección que le daban; todo un sistema judicial y policial embarcado en acusar a un hombre, en falso, de matar a su mujer y a sus dos hijos pequeños.

Esa fue la odisea que vivió durante más de diez años David Ray Camm , un ex agente de la policía estatal de Indiana, Estados Unidos, que hoy tiene sesenta y un años y que tropezó con su mala estrella una noche de septiembre de 2000. Camm, que pasó una década en prisión preventi

See Full Page