Con la llegada de los auriculares inalámbricos se cumplió el sueño de muchos: nos despedimos de los cables enredados –¿de verdad que no había un ... gnomo que los embarullaba cuando no mirábamos'?– y comenzamos a practicar deporte al son de la música con una mayor libertad de movimiento. Aunque los modelos provistos con Bluetooth llevaban tiempo en el mercado, no fue hasta diciembre de 2016, con el lanzamiento de los AirPods de Apple, cuando estos 'gadgets' se popularizaron.
De la noche a la mañana, los fabricantes de 'smartphones' abandonaron el tradicional conector 'jack' para vendernos sus propios auriculares sin cable. La excusa fue que, al suprimir este puerto, los móviles ganaban en estanqueidad –se limitaba la entrada de polvo, agua o líquidos– y veían reducido su grosor, lo que