La mentira es tan antigua como la humanidad misma.— “Una historia de la mentira”, de J.J. Muñoz Rengel, (Alianza Editorial).
Mienten los familiares, los amigos, los partidos, los gobiernos, los medios, las iglesias etc. Pero la mentira en la vida pública es mucho más riesgosa.
Los ciudadanos observan a los gobernantes, no llevan una bitácora, esa es labor de los periodistas e investigadores. Lo único que nos queda. Pero, ¿puede la mentira sistemática colapsar a un gobierno?
Simplificando hay dos corrientes. Los optimistas que creen que la verdad tarda, pero siempre llega. Sin embargo, qué ocurre cuando las mentiras oficiales, en la fórmula Goebbels, se repiten no mil veces, sino decenas de miles. Ya convertidas en verdades, se apoltronan.
El despertar —si este se da— puede postergarse.