Tras la polémica por las deficiencias de las pulseras antimaltrato, los juzgados de violencia machista alzan la voz ante la inminente entrada en vigor, el próximo viernes, de la reforma legal que ampliará sus competencias sin la ampliación de medios prometida, se quejan en un comunicado, lo que según advierten les aboca al "colapso". Y es que aseguran que el problema de las pulseras es solo "una pequeña muestra de la carencia de medios y la insuficiencia de los mismos" y de "cómo por parte de la Administración se hace caso omiso a nuestras quejas y advertencias".
A solo unos días de asumir también las competencias sobre delitos sexuales fuera de la pareja o expareja, la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, los matrimonios forzados y la mutilación genital femenina, más d