Con la edad nuestras articulaciones y tendones se vuelven más rígidos, generando dolor e inflamación con la actividad del día a día. Esta dolencia la podemos prevenir con ejercicio físico y aliviar el dolor con medicamentos que detengan o reduzcan la inflamación de una parte concreta del organismo, por ejemplo con ibuprofeno.

Pero más allá de una vida activa y estos medicamentos, también tenemos la opción de recurrir a productos naturales que ejercen una potente acción antiinflamatoria. Concretamente, nos centraremos en dos raíces: la cúrcuma y el jengibre.

La medicina natural ha encontrado en la cúrcuma y el jengibre dos aliados excepcionales para combatir la inflamación, reforzar el sistema inmunitario y mejorar la digestión. Estos ingredientes, utilizados durante siglos en la tradició

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