Al grito de "No queremos el Mundial, queremos sanidad", o "¡Queremos hospitales, no estadios!", miles de jovenes marroquíes han llenado las calles de al menos 11 ciudades del país desde el pasado fin de semana, para exigir una sanidad y educación dignas, empleos mejor pagados y el cese de la corrupción de la élite política y económica del país.

El movimiento no cuenta con líderes visibles ni responde a siglas políticas, sino que se sostiene en un mensaje simple y contundente: la juventud marroquí reclama una vida mejor. "Ya no hay esperanza", confesaba a Associated Press Youssef, ingeniero de 27 años, en una protesta en Casablanca. "No solo quiero reformas en la sanidad y la educación, quiero una reforma de todo el sistema". "Quiero mejores salarios, mejores puestos de trabajo, precios ba

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