Vaca Muerta se consolidó como el gran motor energético de la Argentina. En los últimos diez años, el país aumentó un 29,4% sus reservas de petróleo y un 64,4 % las de gas natural, un salto que se explica casi exclusivamente por el desarrollo de la cuenca neuquina. El no convencional desplazó a las cuencas históricas y hoy marca el rumbo de la producción.
El impacto de Vaca Muerta se refleja en las cifras. En petróleo, las reservas crecieron de 380.027 Mm³ en 2014 a 491.836 Mm³ en 2024, con la Neuquina, multiplicando por más de tres sus volúmenes y concentrando el 65,5 % del total nacional. Al mismo tiempo, las cuencas tradicionales se achicaron: la Cuyana perdió casi el 90 % de sus reservas, la Noroeste retrocedió dos tercios, la Austral se redujo a un tercio y el Golfo San Jorge, qu