El gobierno federal podría entrar en un cierre parcial a partir del 1 de octubre, a menos que el presidente Donald Trump y ambos partidos en el Congreso logren un acuerdo presupuestario que, hasta ahora, ha implicado escasas negociaciones.

Los demócratas del Congreso se sienten afectados por los despidos masivos y los recortes de programas que siguieron al último acuerdo provisional de gastos en marzo. Muchos argumentan ahora que no tiene mucho sentido consolidar esos recortes con un presupuesto que extiende un gasto que ya consideran inaceptable.

La Casa Blanca amenaza con implementar recortes aún mayores si se produce un cierre, y Trump ha dicho públicamente que "ni se molesten" en colaborar con los demócratas. Este parece un enfoque especialmente arriesgado, dado que los márgen

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