En la era digital, los grupos de WhatsApp se han convertido en espacios clave de comunicación: desde la coordinación de tareas laborales hasta las conversaciones familiares y de amistad. Sin embargo, no todos los miembros participan activamente. Muchos leen los mensajes sin responder, no reaccionan o incluso mantienen el grupo silenciado de forma permanente. Esta actitud silenciosa puede parecer trivial, pero está cargada de significados según diferentes enfoques.
Más allá de la idea de "no tener nada que decir", la inactividad en un grupo puede estar influida por factores sociales, emocionales y hasta tecnológicos. El silencio digital, a diferencia del presencial, es interpretado por otros miembros de formas diversas: puede ser visto como indiferencia, timidez, desinterés o sim