La afición del Kairat le dedicó una ovación brutal a Mbappé cuando fue sustituido. Es un jugador del equipo rival, pero también se trata de una estrella mundial, seguramente la más grande que ha visitado y que va a visitar Almaty en mucho tiempo, así que no le importaba a la hinchada kazaja que le hubiera marcado tres goles. El francés los hizo de todos los colores: primero de penalti, donde empieza a ser casi infalible, después con un esprint a la espalda de la defensa y una vaselina tras una asistencia de Courtois –«no sé si lo hizo aposta, pero ha sido el 80 por ciento del gol, el otro 20 por ciento lo he hecho, yo», decía sobre el pase de su portero–; y para cerrar su actuación, un remate fuerte y abajo desde la frontal del área. Una buena noche cerca de la frontera con China,
La frase de Mbappé tras su hat trick al Kairat que puede ilusionar al madridismo

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