Los brigadistas indígenas de la reserva del Xingu, una de las más extensas de Brasil, combaten los incendios forestales en su territorio con acciones de prevención, saber ancestral y el uso de tecnología, lo que ha mejorado su capacidad de respuesta frente al fuego.

La Tierra Indígena del Xingu tiene unos 2,6 millones de hectáreas, fue la primera gran reserva reconocida oficialmente en Brasil y ha sido históricamente una de las más presionadas por la deforestación.

Situada en un área de transición entre la Amazonía y el Cerrado, los líderes indígenas más veteranos aún recuerdan que, allá en la década de los sesenta, era bien húmeda.

La tala en los alrededores, impulsada por una pujante actividad agropecuaria, ha cambiado el paisaje, ahora más seco, amarillento y propicio para la propaga

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