El gobierno de Estados Unidos inició un cierre parcial este miércoles tras el fracaso del Congreso para aprobar un presupuesto federal, una parálisis que deja sin salario a cientos de miles de empleados públicos, suspende servicios esenciales y amenaza con un impacto económico más severo que en episodios anteriores. La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que 750.000 funcionarios enfrentan un desempleo técnico, con una pérdida de ingresos equivalente a 400 millones de dólares. Mientras republicanos y demócratas se culpan mutuamente por el estancamiento, la administración Trump amenaza con despidos masivos permanentes.

"Podemos hacer cosas durante el cierre que son irreversibles, que son malas para ellos (…) como despedir a una gran cantidad de personas", afirmó Donald Tr

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