Aunque el café es parte esencial de la vida diaria en millones de hogares, pocas veces se habla de lo difícil que resulta mantener sus aromas y sabores intactos después del tueste.

La frescura se pierde con el paso del tiempo y la exposición a factores como la luz, el oxígeno o la humedad.

Por ello, Breville –marca reconocida por su innovación en café de especialidad– comparte recomendaciones prácticas para que cada taza preparada en casa conserve la complejidad y riqueza que el tostador pensó para ella.

El proceso de tueste desencadena una serie de cambios químicos y físicos irreversibles en el café. Sin mencionar que se desarrollan compuestos aromáticos solubles y volátiles, responsables de esos deliciosos sabores en la taza.

Nada como un café por la mañana.

Sin embargo, l a ex

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