Entre cintas para la boca, mantas pesadas y almohadas “anti-insomnio”, el consejo para dormir abunda… y no siempre funciona. Investigadores advierten que los “hacks” virales y los dispositivos caros pueden frustrar y retrasar la búsqueda de ayuda real.

La alternativa con más respaldo es volver a lo básico: respetar cómo funcionan nuestros relojes biológicos (ritmos circadianos), un sistema de cronómetros internos que coordina digestión, defensas y, por supuesto, el sueño. Para sincronizarse bien, estos relojes necesitan señales diarias claras: luz del día, rutinas estables y noches oscuras, señala la revista Nature .

1) Contrastes de luz: días muy luminosos, noches realmente oscuras

La luz —sobre todo la azul del cielo— es el principal “ajustador” de nuestros ritmos. El problema m

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