está transitando un buen momento en su vida, pues en el trabajo no tiene queja y no le faltan tareas y proyectos a los que hacer frente. Sin embargo, en lo personal ha atravesado un instante muy delicado, cuando la temida palabra “cáncer” entró en juego . Un susto mayúsculo que le ha sumido en una profunda preocupación, no tanto por su propia integridad, sino más por cómo podría afectar esta lucha a sus seres queridos. Pero ahora, a pesar de que debe entrar en un quirófano , respira más tranquila, pues se trató de un diagnóstico apresurado y no padece dicha enfermedad , como ahora confiesa.
El año pasado, durante una revisión rutinaria, encontró algo extraño en su pecho. Se temió lo peor, especialmente después de que los médicos le planteasen el peor de los escenarios, con el inicio