Vladimir Ortiz Cassola, un cubano de 24 años, se unió a la caravana de más de 580 migrantes que salió este miércoles desde Tapachula, Chiapas, en el sur de México, hasta la Ciudad de México. No buscan cruzar la frontera norte. No quieren llegar a Estados Unidos. Lo que piden, cuenta a CNN, es poder establecerse legalmente en México, trabajar y reconstruir sus vidas.

“Estados Unidos no pasa por mi mente”, dice Ortiz en entrevista telefónica horas antes de partir hacia la capital mexicana. “Nosotros queremos regularizarnos aquí. Es lo que pedimos, nada más que eso para poder trabajar y contribuir a esta nación, que es a lo que vinimos”, agrega.

Vladimir huyó de Cuba, donde dice que sufrió persecución política por participar en protestas y también por ser abiertamente gay. “Allá no respetan

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