"Sacrilegio". "Traición". "Vendido". "Pesetero". "Apátrida". "Sin camiseta". En una tribuna popular -en sus escalones, en sus paraavalanchas o en su alambrado- cualquiera de esos calificativos le cabería a un jugador que decidiera pasar de Boca a River, de Estudiantes a Gimnasia, de Lanús a Banfield, de Talleres a Belgrano, de Huracán a San Lorenzo, de Colón a Unión, de Racing a Independiente o de Central a Newells. Y viceversa también, por supuesto. A veces sucede y es, definitivamente, un hecho inolvidable y al mismo tiempo sin perdón. No seamos tan extremistas, entre otras cosas porque esto no es una cancha, pero el arquero Agustín Rossi está haciendo los trámites para jugar en la selección de... ¡Brasil! ¡Justo!
El 21 de agosto, es decir hace un mes y medio, Rossi cumplió 30 años y es