A tres horas de Bogotá, en medio de un paisaje que parece detenido en el tiempo, se esconde Akuaima , un destino que muchos ya conocen como la “piscina infinita de Cundinamarca”. Ubicado en el municipio de Nimaima , este lugar ha logrado consolidarse como una de las escapadas más llamativas para quienes buscan un plan diferente sin salir del país.
El recorrido para llegar hasta allí ya es un abrebocas de lo que espera: la ruta que cruza por La Vega y se abre paso entre montañas verdes va cambiando el clima y el paisaje hasta llegar a un punto donde la chaqueta sobra y el aire fresco invita a respirar profundo. El contraste es inmediato: en menos de tres horas se pasa del gris bogotano a un escenario tropical rodeado de cafetales, guayacanes y montañas que parecen custodiar el lugar.