El delantero asumía un partido especial, luego de su transferencia desde el conjunto de Avellaneda a Núñez.
“En las buenas y en las malas, mi tranquilidad no cambia. No estuve nervioso, era una final para nosotros también. Siempre estuve tranquilo y mi familia me acompañó”, comentó Salas tras el encuentro. “Nunca se me fue de las manos, sé manejarme de la mejor manera, siempre con respeto hacia la gente de Racing y los jugadores; siempre con cariño”, comentó, a pesar de las hostilidades, entre las que estuvo el lanzamiento de calzado. “Devolví una zapatilla, es parte del folclore, es lindo que las dos hinchadas se junten, es hermoso”, opinó el autor del único gol del partido.
River sumaba cuatro derrotas consecutivas, además de la eliminación de la Copa Libertadores. El peso de la presió