A pesar de que Carmen Beatriz Depraect Báez, de 63 años, lucha por su propia salud porque p adece un cáncer agresivo en el estómago , se encuentra desesperada solicitando atención, pero no para ella, sino para su hija de 42 años, quien padece una cardiopatía y debe estar conectada a respiradores las 24 horas del día.
Este 2 de octubre, en medio de su desesperación, Carmen irrumpió al finalizar la sesión de Cabildo en el municipio de Durango, con la esperanza de que los regidores o la presidencia pudieran brindarle algún tipo de apoyo.
“No puedo dejar así a mi hija. Yo creo que cualquier madre antepone su salud por salvar la de un hijo, y es lo que yo estoy haciendo: pidiendo ayuda” , expresó.
Acusó de insensibilidad a las autoridades estatales, incluyendo al gobernador, la Secre