Reynosa, Tamaulipas.– La cultura también necesita luz, y en Reynosa se la negaron. El Festival del Seno Mexicano arrancó aquí no con música ni aplausos, sino con un apagón que oscureció el Centro Cultural , justo en el momento en que debía brillar.
Mientras en otros municipios de Tamaulipas la fiesta artística comenzaba puntual, en esta frontera fue la penumbra la primera en subir al escenario.
La agrupación Hands Percussion of Malaysia esperaba presentar Diálogos de Piel , pero la oscuridad dictó otra partitura: la del silencio. Así, los percusionistas iniciaron una procesión inesperada por la avenida del Parque, seguidos por su público, hasta llegar al Centro de Negocios, que resplandecía irónicamente con la energía que faltó en el recinto cultural.
En Reynosa, la cultura