Para conmemorar el Día del Cine Español, la Cineteca de Madrid proyecta un documental sobre el triunfo a finales de los setenta de las películas calificadas ‘S’ por su sexo y su violencia

A finales de los años setenta, el motor de la industria cinematográfica española fueron las películas calificadas S. No solo en cantidad de producción, sino en taquilla. Un ejemplo: aunque Volver a empezar, de José Luis Garci, ganara el Oscar, en aquel 1982 la taquilla del cine español la lideró Sueca bisexual necesita semental, de Richard Reguant. La S, reservada a títulos que “pudieran herir la sensibilidad del espectador” —la S era por lo de sensibilidad, no por el sexo como pudiera pensarse—, era un imán para atraer espectadores. Hasta que llegó 1983, cuando Pilar Miró, directora general de C

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