María Traspaderne
Prisión de Saharonim (Israel), 4 oct (EFE). – En medio del desierto israelí del Neguev, pegada a la frontera de Egipto, se erige la prisión de alta seguridad de Saharonim, que este viernes se ha convertido en un goteo de diplomáticos de al menos 16 países para visitar a sus ciudadanos detenidos cuando navegaban intentando llegar a Gaza.
Soportando temperaturas de casi 40 grados recién al arranque del otoño, Saharonim está en medio de un paisaje árido, salpicado de algún arbusto y situada a 70 kilómetros de la ciudad más cercana, Beerseba.
Nació en 2007 concebida como un centro para internar a los migrantes irregulares y «dar respuesta a la población de infiltrados que entraba en el territorio del Estado de Israel a través de la frontera con Egipto», en su mayoría prov