El Real Madrid perdió contra el Atlético como si se derrumbara un edificio que se está se construyendo, después cogió un avión y se hizo el viaje más largo posible en Champions, más tarde habló Valverde y no terminó de arreglar lo que estaba ya liado. Lo siguiente fue que goleó, volvió, entrenó, se habló de nuevo de Fede Valverde y hoy juega contra el Villarreal para ganar, principalmente, pero también para poner orden donde de repente ha habido desorden. « Necesitamos dar un gran nivel colectivo e individualmente porque son partidos importantes y es el último antes del parón», decía ayer Xabi Alonso. Su espectacular comienzo se ha visto emborronado y hoy es el día para aclararlo y afrontar estas dos semanas en paz.
Volver a la normalidad no significa simplemente sumar tres puntos