La investigación es contundente: el propósito era identificar y denunciar redes de militares en el Ejército que estuvieran trabajando con grupos criminales en el tráfico de armas, y el resultado terminó en un delicado caso de uniformados de batallones del Caribe que estarían sosteniendo una alianza con la mafia de los Pachenca.
Los militares estaban asignados al batallón de ingenieros de Valledupar y no eran novatos. Por el contrario, tienen amplia experiencia, como el caso del soldado Rendón (capturado por tráfico de armas), quien tiene una trayectoria de más de 15 años y está calificado como un experto en el manejo de munición.
Según la investigación judicial a la que tuvo acceso SEMANA, el soldado contactaba al ELN, a las disidencias de las Farc y a las Autodefensas Conquistadoras de