“No quiero ser un poeta famoso, yo busco ser un poeta de culto”. Con estas palabras, el escritor yucateco Javier Adalid describió una vida dedicada a la poesía, en una búsqueda constante de una voz propia que se convirtió en su sello distintivo.

Tras un breve intento en la pintura, su camino dio un giro definitivo hacia la poesía, en la que encontró un espacio idóneo para explorar emociones, recuerdos y la esencia de su mundo interior. “La vida te va dirigiendo hacia donde debes estar. La vida te dice: sirves para hacer poemas, no sirves para ser pintor”, recuerda el autor.

Su acercamiento a la literatura se dio durante su formación como docente, cuando tuvo el primer contacto formal con la poesía. Al asumir este nuevo rumbo, decidió convertirse en alumno de talleres que moldearon su téc

See Full Page