El hígado, el órgano más grande del sistema digestive. Trabaja en silencio todos los días para mantener con vida al organismo. Con un peso que puede superar las tres libras, está involucrado en más de 500 funciones vitales: filtra toxinas, regula los niveles de azúcar, almacena nutrientes y produce bilis para la digestión de grasas.
Pese a esa importancia, muchas de sus enfermedades avanzan sin dar señales claras hasta que ya es tarde. Una de las principales causas de daño hepático está en la dieta cotidiana. Lo que se consume en desayunos, almuerzos o meriendas puede transformarse en una carga silenciosa que debilita poco a poco este órgano.
Se advierte que ciertos alimentos ampliamente normalizados deterioran su capacidad depurativa y favorecen la aparición de hígado graso, cirrosis e