Cada vez son más las investigaciones que confirman hasta qué punto la alimentación resulta decisiva en la prevención de las enfermedades cardiovasculares . En ese terreno, un grupo de alimentos tradicional y, a menudo, subestimado, ocupa un lugar de privilegio: las legumbres.
Lentejas, garbanzos, alubias o guisantes no solo forman parte de la memoria culinaria de muchas generaciones, sino que también se perfilan como una herramienta eficaz para controlar el colesterol y proteger la salud del corazón.
“Las legumbres aportan en torno al 20 o 25% de su peso en proteínas de origen vegetal, una cifra altísima, lo que las convierte en una alternativa perfecta para reducir el consumo de proteínas animales sin perder valor nutricional”, explica Marta Ausiro, dietista-nutricionista del Hospi