En Bogotá, vivir con miedo se nos volvió paisaje. Vemos atracos en vivo en los sistemas de transporte y automáticamente pasamos al siguiente video. El Tren de Aragua cobra vacunas en Kennedy, como quien reparte recibos de luz. Los jíbaros se pasean por parques y colegios en Suba o en Bosa, como tenderos de confianza, y el gobierno mira para otro lado… o pinta murales.
No solo es una percepción. La Defensoría del Pueblo, en el marco del Sistema de Alertas Tempranas, manifiesta que en algunos barrios “los grupos de crimen organizado mantienen un control social y territorial estricto. No solo controlan los mercados criminales, además imponen horarios, restringen la movilidad, ofrecen servicios ilegales de seguridad, controlan el espacio público y los mercados informales como las ventas y el