Es evidente que el Gobierno hace tiempo llegó a la conclusión de que no tiene nada que mostrar de su gestión. No se atreven a desempolvar ni el plan de gobierno prometido en la campaña, ni, mucho menos, el Plan de Desarrollo 2022-2026 aprobado por el Congreso de la República. En su ocaso, solo puede exhibir —como resultado— las primeras piedras de las nuevas universidades que prometió construir. Los analistas internacionales ya evidencian que fueron cuatro años perdidos.
Y si alguna vez hubo algún atisbo, es evidente que la semana pasada fue la última semana de gobierno. El viernes, en Ibagué, se abrió la campaña con un presidente activista, actuando abiertamente como cabeza política. También esa semana demostró lo que los colombianos debemos esperar para los siguientes largos diez meses