Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan pueden sentirse dichosos del magnífico sábado nupcial en la que los invitados asistieron a una ceremonia religiosa con simbolismo y significado , en el templo de Los Gitanos, donde reposa la duquesa de Alba. Y una fiesta donde amigos y familia estuvieron muy a gusto en el cortijo de La Motilla con un almuerzo al aire libre y una fiesta que se extendió hasta cerca de las tres de la madrugada para culminar un día de felicidad para los contrayentes y allegados.

Una de las anécdotas más sentidas de esta boda ha sido la banda sonora con la que la novia entró en el templo del brazo de su padre y padrino, Javier MIrjan. No fue ninguna de las dos marchas nupciales típicas en esta ceremonia, sino una pieza de uno de los grandes compositores de la his

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