Ruth Schatimo tiene 70 años y la voz firme de quien aprendió a hacerse escuchar en un espacio donde el orden parecía imposible. Es presidenta de la comisión que organiza la Feria Central de Neuquén , un paseo que hoy reúne a casi 400 puestos y que se convirtió en un clásico de los sábados. Pero llegar hasta ahí no fue sencillo: hubo años de estigmas, de peleas, de gritos, de tierra y de viento. También de resiliencia y organización.
“Cuando empecé en la feria, la gente nos miraba mal. Creían que éramos chorros, que les íbamos a robar la cartera en cualquier momento”, recordó. “Con los años eso cambió: hoy nos reconocen como trabajadores y somos parte de la sociedad neuquina”, asumió con orgullo.
Ruth nació en Chile, se crió en Buenos Aires y llegó a Neuquén en 1987 junto a su