El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha entrado en un nuevo enfrentamiento directo con la justicia en su intento de enviar soldados de la Guardia Nacional a Portland, la ciudad más poblada de Oregón, para responder a unas tímidas protestas frente a un edificio del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
El sábado, la juez federal Karin Immergut, nombrada por Trump, declaró ilegal el uso de la Guardia Nacional de Oregón porque las protestas en Portland habían sido generalmente pequeñas y no fueron “significativamente violentas o disruptivas”. Para evitar la prohibición, Trump decidió unilateralmente desplegar a cientos de soldados de otros dos estados, 200 de California y 500 de Texas, pero el domingo la juez Immergut extendió su orden y proh