La activista sueca Greta Thunberg llegó a Grecia, tras ser deportada por Israel junto a otros miembros de la flotilla Internacional Sumud que intentó llegar a Gaza con ayuda humanitaria. "Este genocidio está siendo alimentado por nuestros propios gobiernos, nuestras instituciones. Es nuestra responsabilidad acabar con esa complicidad. No somos héroes, lo que hemos hecho es lo mínimo".
"Voy a ser muy clara. Hay un genocidio sucediendo delante de nuestros ojos. Nadie podrá decir en el futuro que no lo sabíamos. Los Estados tienen la obligación de pararlo".
Israel anunció este lunes que deportó a otros 171 activistas de varios países, entre ellos de Grecia, Italia, Francia y Estados Unidos, incluida la activista sueca y volvió a rechazar las denuncias de maltrato por parte de sus fuerza