El 7 de octubre de 1975 la tauromaquia quedó huérfana de uno de sus referentes. Antonio Bienvenida , miembro de la dinastía más influyente del toreo moderno, falleció en Madrid tres días después de ser volteado por una becerra durante un tentadero en la finca de la ganadería de Amelia Pérez Tabernero en El Escorial. El desenlace, tan inesperado como cruel, conmocionó a la afición española y marcó para siempre la memoria de toda una generación.
Nacido en Caracas en 1922, cuando su padre, el legendario Manuel Mejías “Bienvenida” , se encontraba de gira por América, Antonio creció en Sevilla y más tarde en Madrid, donde la familia se instaló de forma definitiva. Toreó su primer becerro con apenas cinco años y debutó en la capital en 1939. Muy pronto se convirtió en figura indiscutible: e