Las arengas y los cánticos del Coliseum suelen originarse en los bombos y el megáfono de la grada de animación en la que socios como los de Espíritu 23 intentan llevar la voz cantante en los partidos del Leyma Coruña . Sin embargo, celebran que esa labor cada vez se extiende más por el resto de zonas del multiusos. «Vimos a muchos niños superactivos animando en toda la grada. Parece que la marca del Básquet Coruña está calando en los más pequeños. También en los mayores, porque necesitan unos padres que los lleven», expone Marc Castro , integrante de Espíritu 23.
El grupo destaca la nueva conexión que están forjando con los nuevos jugadores ya desde la pretemporada. «Son un grupo humano fantástico. Desde el amistoso en Vilagarcía han muy amables y receptivos con nosotros», recon