Martín es la prueba de que el talento florece cuando encuentra una rendija de cuidado. Su historia no romantiza el barrio ni condena a la familia: explica un ecosistema

‘Eme Mala Fe’ construyó una ruta alterna donde el arte no es burla, sino trabajo ; en su entorno, l e enseñaron a admirar a los criminales , no a la gente que hacía rimas .

Martín Giovanni —para unos, Giovanni ; para otros, ‘Eme’, ‘Mala’ o ‘Eme Mala Fe’ — creció en el callejón de San Pancho , colonia Paulino Navarro . Hijo de comerciantes , su infancia comenzó entre tierra y lámina: su abuelo y su padre rescataban botes metálicos de panaderías y mercados , los limpiaban y los vendían en Jamaica o Sonora .

Ahí había orden , trabajo y una idea clara de dignidad , hasta que el plásti

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