Pasa en muchos hogares. Llega el fin de mes, el dinero escasea y muchos se preguntan en qué se gastaron la plata. Incluso, algunas personas ni siquiera recuerdan qué pasó con los $ 100.000 o $200.000 que tenían al inicio de semana.
Esto le puede estar pasando a su familia porque no está controlando los llamados gastos hormiga o fantasma.
Wilson Triana, consultor en temas financieros, los define como la plata de bolsillo que tienen las personas sin un destino específico, que los lleva a hacer compras por impulso.
“Son diferentes a los gastos fijos que tienen los hogares, como alimentación, servicios, salud y educación. Los gastos hormiga son aquellos que no están presupuestados” y que, en muchos casos, son innecesarios.
Por ejemplo, el café, las salidas a comer, el cine, el mecato, las