El regreso de los activistas españoles de la Flotilla Global Sumud, interceptada la semana pasada por Israel cuando se dirigía hacia Gaza, se ha convertido en un acto de denuncia en distintos aeropuertos del país. La noche del lunes aterrizó en España el segundo grupo de repatriados —27 personas en total—, que relataron malos tratos, vejaciones y torturas “de bajo impacto” durante su detención.

De los 49 españoles que viajaban en la flotilla, 21 regresaron el domingo y 27 lo hicieron este lunes, en vuelos hacia Madrid, Bilbao y Barcelona. Solo una activista, la mallorquina Reyes Rigo, permanece detenida en Israel tras la prórroga de su arresto, acusada de haber mordido a una funcionaria de la prisión de Ketziot.

El grueso del grupo llegó al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en un a

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